Ahórrese algo de dolor
Diez consejos para cristianos nuevos y en crecimiento
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Vea esta página en: holandés, coreano 3. Evangelización—Nuestra más importante tarea Pero en la madrugada, la estufa de repente se incendió y bloqueó la entrada. La frenética llamada al 911 reveló el indecible terror del momento. Se oyó a uno de los niños que gritó: ¡Me estoy quemando!. El padre, desesperado, en vano corrió para intentar salvar a sus hijos. Se quemó el 50% del cuerpo. Trágicamente los cinco niños murieron, porque las rejas de hierro de las ventanas les impidieron escapar. Había una sola puerta, que había quedado bloqueada por las llamas. Volvamos atrás en el tiempo. A minutos antes de que la esfuta se incendiara. Espía usted y en la oscuridad ve a cinco niños durmiendo plácidamente. Sabe que en cualquier momento estallará el infierno y quemará a los cinco aterrados chicos. ¿Puede alejarse con la conciencia tranquila? ¡No! ¡Debe despertarlos y advertirles que escapen de la trampa mortal! El mundo duerme plácidamente en la oscuridad de su ignorancia. Hay solamente una Puerta para escapar de la muerte. Las rejas de hierro del pecado les impiden salvarse y al mismo tiempo, llaman al fuego de la Justicia Eterna. ¡Qué cosa tan terrible parece el Día del Juicio! El fuego de la ira del Dios Todopoderoso arderá durante toda la eternidad. A la Iglesia se le ha confiado la tarea de despertar al mundo antes de que sea demasiado tarde. No podemos darles la espalda y alejarnos en complacencia. Piense en el padre, que arriesgó su vida y entró en la habitación en llamas. Su amor no conocía límites y nuestra devoció a la importante tarea que Dios nos ha dado estará en proporción directa con nuestro amor por los perdidos. Hay solamente unos pocos que corren hacia las llamas para advertir que se debe escapar (Lucas 10:2). Sea uno de ellos, por favor. Realmente no tenemos opción. El Apóstol Pablo dijo: “¡Ay de mí si no predico el evangelio!” (1 Corintios 9:16). Fue el “Príncipe de los predicadores”, Charles Spurgeon quien dijo: “Si no tienes deseos de que otros se salven, no eres salvo tú tampoco. Te lo aseguro”. Un cristiano no puede sentir apatía por la salvación del mundo. El amor de Dios en su interior le motiva a buscar y salvar aquello que está perdido. Probablemente tenga una cantidad limitada de tiempo luego de su conversión para impactar con el Evangelio en sus amigos y familiares no salvos. Después del impacto inicial de su conversión, le pondrán en una linda caja con moño y se mantendrán a la distancia. Por lo tanto es importante que aproveche el corto tiempo disponible mientras todavía le escuchen. Por eso es que debe evitar usted la confrontación verbal hasta tanto tenga conocimiento que guíe su celo. Ore pidiendo sabiduría y la sensibilidad de los tiempos de Dios. Quizá tenga una sola oportunidad, así que aprovéchela. Mantenga la calma. Porque si no lo hace quizá lo lamente por el resto de su vida. Créame. Es mejor escuchar a alguien querido, o a un amigo cercano diciendo: “Cuéntame de tu fe en Jesucristo”, en lugar de que usted diga: “Siéntate. Quiero hablarte”.
Recuerde que tiene usted la importante responsabilidad de hablarles a los seres amados de otras personas. Muchas veces cuando abra la boca por el Evangelio será la respuesta a la oración sincera de otro cristiano. Quizá ha clamado a Dios para que use a un testigo fiel que les hable a su amada madre o amado padre, y es usted la respuesta a esa oración. Usted es ese testigo sincero y fiel que Dios quiere usar. Nunca pierda de vista al mundo con todos sus Dolores y dificultades. Mantenga el destino de los que no creen siempre a la vista. Muchos nos acomodamos en neustro asiento de la iglesia y nos volvemos introvertidos. Nuestro mundo se convirte en un monasterio sin paredes. Nuestros amigos se limitan a los que están dentro d ela iglesia, cuando Jesús era “amigo de los pecadores”. Así que tómese tiempo deliberadamente para ser su amigo por el bien de su salvación. Recuerde que cada persona que muere en pecado tiene una cita con el Juez del Universo. El infierno abre sus terribles fauces. No hay tarea más importante que la de que se nos confíe el Evangelio de la salvación, trabajando con Dios por el bienestar eterno de la humanidad que muere.
Principios importantes que pueden ahorrarle mucha pena:Previous…
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[ Si esta información le ha sido de utilidad, en oración por favor considere hacer una donación para ayudar a pagar los gastos de disponibilidad de este servicio de fe para usted y su familia. Las donaciones son deducibles de impuestos. ] Autor: Ray Comfort de Living Waters Publications. Extracto del folleto Save Yourself Some Pain. Editado por Films for Christ. Copyright © 2001, del sitio web a Living Waters Publications, Todos los derechos reservados – excepto por lo indicado en el adjunto “Usage and Copyright” page.
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Era el mes de diciembre de 1996. Una familia grande se reunió en Los Ángeles para la gozosa ocasión de envolver regalos de Navidad. Era una familia grande porque resultaba del producto de dos matrimonios. Había mucha gente reunida esa noche, y cinco de los hijos dormían en el garaje, que había sido adaptado para que en la fría noche se mantuviera cálido, con una estufa eléctrica ubicada junto a la puerta.
Aquí tiene unos consejos que le evitarán gran parte de la pena. Como nuevo cristiano causé daño casi irreparable por actuar como un toro salvaje en un laberinto de cristal. Parecía estar embistiendo a mi madre, mi padre y mis amigos para que tomaran una “decisión a favor de Cristo”. Era sincero, celoso, amoroso, amable y estúpido. No entendía que la salvación no viene por tomar una “decisión”, sino a través del 
En mi “celo sin conocimiento”, en realidad estaba vacunando a las mismas personas a quienes con tanta desesperación quería alcanzar. Para usted no hay nada tan importante como la salvación de sus seres queridos, y no querrá estropear esto. Si lo hace, encontrará que no hay segunda oportunidad. Ore por ellos con fervor, agradeciendo a Dios por su salvación. Haga que vean su fe, que sientan su bondad, su amor sincero y su benignidad. Si nunca les ayudó a lavar los platos, hágalo sin que se lo pidan. Cómpreles flores a su madre o su hermana. Regáleles bombones aunque no sea su cumpleaños. Póngase en su posición. Sabe que ha encontrado usted la vida eternal ¡La muerte ha perdido su aguijón! Su gozo es indecible, pero en cuanto a lo que ellos respecta, le han lavado a usted el cerebro y ahora forma parte de una secta rara. Así que sus acciones de amor hablarán mucho más que diez mil elocuentes sermones.
